Bajo la sombrilla de un título neutro y una pretendida
comedia, José Padilla nos acomoda en El Sol de York, cuyos rayos siguen
iluminando los inviernos mesetarios. Con una temporada corta, "Los Cuatro
de Düsseldorf" presenta algunas de las contradicciones del universo
empresarial actual. Los gigantes tienen pies de barro y la suposición de
información sensible en manos ajenas envalentona a unos y hace temblar a los
otros.
José Padilla dirige con maestría una función que no sufre en ningún momento
la desaceleración en el ritmo. No da tregua ni a nuestra atención ni al interés por la historia
que nos cuenta y esto hoy en día es casi milagroso. Por supuesto y no menos
importante, ha acertado de pleno al rodearse de este cuarteto de actores que
nos hacen saborear cada momento de la obra.
Con un lenguaje directo, el espectador presencia un viaje por distintos
estados de ánimo, por territorios de riesgo y por coincidencias paradójicas.
Una vez apagada la luz y suspendida la incredulidad, todo es posible, nada
sorprende. La cuerda se tensa y los actores se mueven como insectos, como
felinos, estudiando sus parcelas de influencia y analizando el mejor ángulo
para lanzar el ataque. En este mundo de apariencias y ficciones, el poder es
una insignia más y se exhibe como tal. No importan los cimientos del poder;
sólo cuenta su obtención, aunque sea a través de lo sugerido e imaginado, pero
nunca expuesto. Como clara crítica a la terminocracia actual, surge el
"sincerismo", que todos ansían asumir en búsqueda de identidades
sociales protectoras, de negación idolátrica del individuo. Esta pretendida
comedia tiene humor, sí, pero más inmediato, gestual y vocal que temático o
argumental. La sonrisa se hiela en muchos momentos ante la enormidad y la
crueldad de tanto despecho, de tanto exceso.
Pero la sangre no llega al río; el humor enfría semejante agitación y, tras
un final previsible por lo anunciado, se alcanza la justicia distributiva en un
intercambio de roles. Todo ello, una vez más, bajo los rayos de un sol, de
York, claro, que broncea, embellece y templa tanto frío secular.
Reparto: Mon Ceballos
Helena Lanza
Delia Vime
Juan Vinuesa
Texto y Dirección : José Padilla
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