cabecera

cabecera

"DIARIO DE UN LOCO"

24/10/2013
MATADERO-NAVES DEL ESPAÑOL


Las noches de lluvia piden introspección, intimidad; no son noches de efectismos. Hoy un loco nos invita a entrar en su normalidad: vamos a leer su diario. John Donne ya nos recordó que no somos islas. Este loco, desde su isla, desde su aislamiento, emprende una deriva de puertos ya conocidos. Nada nos asusta en esos senderos tan transitados, todo es previsible. Los delirios alimentan otros delirios y al final, tras sumar todos los ingredientes de este plato (amor no correspondido, alienación y rutina laborales y algún que otro desequilibrio innato), el resultado sabe a nouvelle cuisine: actual y sorprendente, picante y dulce, sonriente y amargo. 
El tándem Español-Matadero nos tiene bien acostumbrados: su programación es audaz, pero nunca defrauda. Sus apuestas tienen la dignidad de lo público; o sea, casi siempre bien hecho. Los medios invertidos hablan de convicción y compromiso, de sinceridad y vocación, de certeza dentro del riesgo. Esta vez, en un monólogo peligroso, José Luis García Pérez bordea territorios que conocemos e identificamos y nos arrastra hacía su mundo amarrando nuestros sentidos a través de su voz.
Ese cálido y ronco timbre que junto a sus gestos y miradas nos transporta hasta dejarnos suspendidos entre esas jaulas (perfecta escenografía) que encierran otras locuras. Cuando la magia termina y la luz se apaga, la sonrisa se nos hiela en los labios y persiste el sabor terrible de la vida. Sí, es teatro, pero al mismo tiempo es vida, sufrimiento, esperanza, camino y proceso. Gógol no es un romántico, pero es digno heredero de su época. Ante un universo poderoso y hostil, sólo cabe la huida  en este caso, al estilo germánico: la imaginación viaja hacia mundos exóticos, con un billete de ida en la cartera, tras haber quemado sus naves. El retorno no existe. En la calidez de este vientre protector parece que no pasa nada; es fuera donde la vida mancha, duele y moja; es fuera donde llueve sin mansedumbre. Y no podemos resistirnos a vestir durante unos momentos  el traje del funcionario Aksenti Ivanovich y preguntarnos : ¿Por qué yo soy lo que soy?

3 comentarios:

  1. Yo no podría describirlo con palabras tan apropiadas , es una obra totalmente recomendable , es teatro en estado puro, la obra , que va creciendo con el paso del tiempo, a la par que la locura de este actor, que sorprendió gratamente, Bastante fiel al texto de Gogol que cogí nada más llegar a casa..
    También sorprendente la escenografía, suficientemente básica , pero con un profundo simbolismo añadido, Y me gusto mucho cuando parte de la escenografía pasa a ser vestuario, solo por detalles como este, que no quiero desvelar, merece la pena verla...
    Previsible e inesperada...

    ResponderEliminar
  2. Copio y pego mi percepción de ayer, que tuve el placer de poder vivirlo, sentirlo.....
    Impresionante! sin palabras! Gracias José Luis por adentrarnos en la mente de un simpático loco que a veces daba miedo porque no sabías por donde saldría! Esas elocuencias del nuestro, digo nuestro, porque todos vivíamos su alegría y su tristeza, como que la "luna esta llena de narices" (que grande), esas palabras tan hermosas dedicadas a la mujer y un sinfín de mucho más que cada uno tendrá que descubrir yendo a ver EL DIARIO DE UN LOCO. No puedo aplaudir por aquí pero si puedo decir OLE, OLE Y OLEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE y un MIL GRACIAS!!!

    ResponderEliminar
  3. Yo todavía sigo boquiabierta, maravillada y realmente no encuentro las palabras adecuadas, después de haber disfrutado hace unas horas "EL DIARIO DE UN LOCO".
    Realmente impresionante desde que José Luis aparece colgado entre los muros medio derruídos de un escenario decadente y oscuro. Y comienza a observarnos a todos, como queriendo echar un pulso a la vida y a todos los que estábamos allí "quién está más loco vosotros o yo?"














































    Aún sigo boquiabierta, maravillada y realmente no encuentro las palabras adecuadas después de haber disfrutado hace unas horas con EL DIARIO DE UN LOCO.
    Impresionante desde que José Luis irrumpe como una aparición, entre los muros de un escenario decadente y oscuro. Para mí, ahí comienza la función... Cuando ese loco maravilloso nos observa a todos, como queriendo echar un pulso "Quién está más loco, vosotros o yo?"







    ... porque a veces, es muy fina la línea que separa cordura y locura.
    Que gran trabajo José Luis! Aunque ya he tenido la suerte de felicitarte después de la función...! Necesito volver a hacerlo desde aquí "Enhorabuena! y toda mi admiración". Te metes en el público! Haces vibrar al espectador!
    Además de tu trabajo como actor, me ha encantado la iluminación, el decorado y la música. Todo un espectáculo!
    Gracias José Luis! Bsssssssssssssssssssssssss

    ResponderEliminar

GRACIAS POR COLABORAR CON VUESTRA OPINIÓN