Debí leer "Madre Coraje y sus hijos" a mediados de los setenta. El teatro de Brecht, concebido como un instrumento para la concienciación política y la movilización de las masas, tenía todo el sentido en aquella época de conquista de las libertades en España. Pero, con la normalización democrática, la integración europea, el progreso económico y los avances del estado del bienestar, "Madre Coraje" fue perdiendo actualidad e interés, para mí y probablemente para otros muchos de mi generación. Quedaba, claro, su valor histórico, como testigo de una época marcada por las guerras y la dialéctica de la lucha de clases; pero los personajes parecían demasiado estereotipados y la trama simplista para un tiempo en el que todo se había hecho mucho más complejo.
Y, mira por dónde, al cabo del tiempo, "Madre Coraje" retoma todo su significado. Con un 25% de parados, con una buena proporción de la población rozando el umbral de la pobreza, con el desmantelamiento progresivo del estado del bienestar (hay quienes hablan ya, con ironía y añoranza, del estado del bienestuvo), con la vergüenza de los desahucios, con el clamor de la gente contra los poderes políticos y económicos… aparecen por todas parte madres coraje (léase madres y padres de familia, jóvenes, abuelos, parados y, porqué no, empresarios) que tiran de su carro a diario, o que se suben a él para increpar a los sinvergüenzas o simplemente para clamar al cielo.
En un artículo de Soledad Gallego-Díaz publicado hoy en el diario El País, titulado "La peligrosa sensación de desamparo" [1], se cita al historiador Anthony Beevor que, aun rechazando comparar la situación actual con la previa a la II Guerra Mundial, opina que "el público está tan desinformado hoy día respecto a los peligros que encara la zona euro como lo estaban los ciudadanos británicos y franceses en 1938".
Parece que las masas seguimos sin comprender y sin aprender, y asumimos nuestro destino igual que entonces, pero ahora en un entorno globalizado, mucho más difícil de asimilar, identificando demasiado tarde a los culpables. Para quien no lo haya hecho ya, recomiendo la lectura del artículo de César Molinas "Las élites extractivas: una teoría de la clase política española" [2], publicada el pasado 10 de septiembre en El País. Y, por si fuera poco, cuando se termina procesando y sentenciando a los culpables, "Los políticos sí tienen perdón" [3] (226 políticos y funcionarios han sido indultados en la última década, según otra información publicada también hoy mismo).
Pero volviendo, en fin, al montaje de "La Pajarita de Papel" [4] en el "Teatro La Puerta Estrecha" [5] (y disculpad por la digresión política, pero es que, hablando del teatro de Brecht, no hacerlo habría sido faltar a su memoria), destacaría la excelente adaptación al espacio escénico, y la poderosa interpretación de Eva Varela, que transmite toda la decisión, la fuerza, el espíritu libre, la inteligencia práctica y el instinto de supervivencia de Madre Coraje.
En cuanto a "La Puerta Estrecha", parece milagroso que puedan montar un espectáculo como este para un aforo de 30 personas. Es el segundo espectáculo de La Pajarita de Papel que he visto con Tragycom este año. (El otro fue "Extracción de la piedra de locura"). Ahora que les conozco, me preocupa su supervivencia, que solo se explica por el amor al teatro de todo el equipo. No me gustaría perderlos, así que aprovecho para transmitirles (y creo representar aquí el sentimiento de todo el colectivo de Tragycom) todo nuestro reconocimiento y admiración.
[Disculpad que tenga que poner los enlaces como notas en comentario aparte; la ventana de edición de comentarios no permite otra cosa y limita el tamaño del texto...]
[1] Soledad Gallego-Díaz: "La peligrosa sensación de desamparo", El País, 09-12-2012. [http://elpais.com/elpais/2012/12/07/opinion/1354901583_168156.html]
[2] César Molinas: "Las élites extractivas: una teoría de la clase política española", El País, 10-09-2012. [http://politica.elpais.com/politica/2012/09/08/actualidad/1347129185_745267.html]
[3] Álvaro de Cózar y Mónica Ceberio: "Los políticos sí tienen perdón", El País, 09-12-2012. [http://politica.elpais.com/politica/2012/12/08/actualidad/1354991093_418086.html]
[4] Teatro La Puerta Estrecha: http://www.teatrolapuertaestrecha.org/
[5] Compañía La Pajarita de Papel: http://www.unapalabraotra.org/lapajaritadepapel/
Debí leer "Madre Coraje y sus hijos" a mediados de los setenta. El teatro de Brecht, concebido como un instrumento para la concienciación política y la movilización de las masas, tenía todo el sentido en aquella época de conquista de las libertades en España. Pero, con la normalización democrática, la integración europea, el progreso económico y los avances del estado del bienestar, "Madre Coraje" fue perdiendo actualidad e interés, para mí y probablemente para otros muchos de mi generación. Quedaba, claro, su valor histórico, como testigo de una época marcada por las guerras y la dialéctica de la lucha de clases; pero los personajes parecían demasiado estereotipados y la trama simplista para un tiempo en el que todo se había hecho mucho más complejo.
ResponderEliminarY, mira por dónde, al cabo del tiempo, "Madre Coraje" retoma todo su significado. Con un 25% de parados, con una buena proporción de la población rozando el umbral de la pobreza, con el desmantelamiento progresivo del estado del bienestar (hay quienes hablan ya, con ironía y añoranza, del estado del bienestuvo), con la vergüenza de los desahucios, con el clamor de la gente contra los poderes políticos y económicos… aparecen por todas parte madres coraje (léase madres y padres de familia, jóvenes, abuelos, parados y, porqué no, empresarios) que tiran de su carro a diario, o que se suben a él para increpar a los sinvergüenzas o simplemente para clamar al cielo.
En un artículo de Soledad Gallego-Díaz publicado hoy en el diario El País, titulado "La peligrosa sensación de desamparo" [1], se cita al historiador Anthony Beevor que, aun rechazando comparar la situación actual con la previa a la II Guerra Mundial, opina que "el público está tan desinformado hoy día respecto a los peligros que encara la zona euro como lo estaban los ciudadanos británicos y franceses en 1938".
Parece que las masas seguimos sin comprender y sin aprender, y asumimos nuestro destino igual que entonces, pero ahora en un entorno globalizado, mucho más difícil de asimilar, identificando demasiado tarde a los culpables. Para quien no lo haya hecho ya, recomiendo la lectura del artículo de César Molinas "Las élites extractivas: una teoría de la clase política española" [2], publicada el pasado 10 de septiembre en El País. Y, por si fuera poco, cuando se termina procesando y sentenciando a los culpables, "Los políticos sí tienen perdón" [3] (226 políticos y funcionarios han sido indultados en la última década, según otra información publicada también hoy mismo).
Pero volviendo, en fin, al montaje de "La Pajarita de Papel" [4] en el "Teatro La Puerta Estrecha" [5] (y disculpad por la digresión política, pero es que, hablando del teatro de Brecht, no hacerlo habría sido faltar a su memoria), destacaría la excelente adaptación al espacio escénico, y la poderosa interpretación de Eva Varela, que transmite toda la decisión, la fuerza, el espíritu libre, la inteligencia práctica y el instinto de supervivencia de Madre Coraje.
En cuanto a "La Puerta Estrecha", parece milagroso que puedan montar un espectáculo como este para un aforo de 30 personas. Es el segundo espectáculo de La Pajarita de Papel que he visto con Tragycom este año. (El otro fue "Extracción de la piedra de locura"). Ahora que les conozco, me preocupa su supervivencia, que solo se explica por el amor al teatro de todo el equipo. No me gustaría perderlos, así que aprovecho para transmitirles (y creo representar aquí el sentimiento de todo el colectivo de Tragycom) todo nuestro reconocimiento y admiración.
[Disculpad que tenga que poner los enlaces como notas en comentario aparte; la ventana de edición de comentarios no permite otra cosa y limita el tamaño del texto...]
Un fuerte abrazo para todos,
José Carlos González
Enlaces citados en el comentario anterior:
ResponderEliminar[1] Soledad Gallego-Díaz: "La peligrosa sensación de desamparo", El País, 09-12-2012. [http://elpais.com/elpais/2012/12/07/opinion/1354901583_168156.html]
[2] César Molinas: "Las élites extractivas: una teoría de la clase política española", El País, 10-09-2012. [http://politica.elpais.com/politica/2012/09/08/actualidad/1347129185_745267.html]
[3] Álvaro de Cózar y Mónica Ceberio: "Los políticos sí tienen perdón", El País, 09-12-2012. [http://politica.elpais.com/politica/2012/12/08/actualidad/1354991093_418086.html]
[4] Teatro La Puerta Estrecha: http://www.teatrolapuertaestrecha.org/
[5] Compañía La Pajarita de Papel: http://www.unapalabraotra.org/lapajaritadepapel/