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NOCHE DE REYES

26/10/2012
TEATRO DE LA ABADÍA



8 comentarios:


  1. La representación de las obras de teatro muchas veces no termina con la bajada del telón, durante unas horas, días, semanas, se va rumiando y gustando. Esta "Noche de Reyes" ha dejado en mi ánimo alegría, gusto, ingenio, inteligencia, frases bien construidas, diversión, ternura, y un final feliz que tanta falta me hacía. Gracias

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  2. Me ha gustado mucho.
    Siendo tan difícil conseguir la risa del público, esta obra lo ha conseguido.
    Además los actores han conseguido mantenernos pendientes de la acción.
    Los actores son muy buenos.
    Lo pasé muy bien.
    Enhorabuena.

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  3. La otra tarde en La Abadía no fue una tarde cualquiera.
    En primer lugar hay que felicitar a Shakespeare porque es un maestro del ingenio, agil, inteligente con una vitalidad ciertamente y nunca mejor dicho a prueba de siglos. Nos hace reir hasta las lágrimas, una risa que festeja la vida, a los hombres y sus pequeños conflictos. Pero no es solo eso que ya sería más que suficiente. Además de conseguir desternillarnos de risa también nos hace pensar con su juego de los sexos y la ambiguedad que impregna toda la obra. Como dice uno de los personajes ( no recuerdo quien ) en uno de los momentos álgidos del enredo : "Nada es lo que parece ". Y como Shakespeare puede ser hilarante, pero nunca es superficial, en medio de las risas toca las más íntima fibras humanas y como sucede en muchas otras de sus obras consigue en ocasiones despertar nuestra simpatía y también nuestra compasión por los personajes con los que parece que juega el destino, como ocurre en la escena en que Viola, bajo la apariencia del joven Cesareo declara encubiertamente su amor por Orsino y acaba con la frase " Yo soy todas las hijas de mi padre y todos mis hermanos ". En ese momento los actores consiguen un climax en el que se podía oir caer un alfiler.
    Y aquí hay que felicitar también a un mágnífico grupo de actores capaces de hacer revivir aquellos diálogos, palabras y juegos con los que reían y se divertían como nosoros los espectadores renacentistas.
    Empecemos por María la criada, impecable en su pequeño mundillo,con su genio y también su chispa. Hasta el modelo de Caprile encajaba perfectamente. Un papel muy cómico, pero siempre sujeto por las bridas, sin un exceso grotesco, conducido inteligentemente. El otro gran personaje secundario es Feste el bufón, reconvertido por la magia del genial director Eduardo Vasco en maestro de ceremonias de este increible music-hall.
    Viola perfecta en su ambiguedad, controlando su feminidad que brota sin querer para chocar con su pose masculina que ella fuerza elegantemente, consiguiendo así jugar continuamente con la ambiguedad sexual que tanto gustaba a Shakespeare y al mundo isabelino.
    El Duque, Sir Tobias, Andrew el pequeñajo aspirante a la mano de Olivia, todos hacen de su papel un trabajo pensado, madurado, excepcional.Pero hay que hacer una mención especial del petulante Malvolio que como vemos en otras obras de Shakespeare es fatuo, incluso malvado, pero como todo ser humano fragil y digno de compasión. No es un papel fácil pues roza el ridículo, pero tan bien interpretado que solo lo roza; magnífica interpretación.
    He dejado para el final al mejor de todos, al director Eduardo Vasco.
    Las versiones modernas de obras clásicas en las que se pierde el espíritu de la obra suelen ser un desastre. No es así aquí. Vasco ha conseguido con una maestría impecable mantener agilmente durante una hora y media un enredo que parece que ocurrió hace cuatrocientos años, pero que nos lo podemos creer hoy en día porque las risas, las penas, los amores, los encuentros tras el naufragio son universales si se saben contar desde el corazón y se saben leer desde el corazón. Y ese camino, ese tránsito solo lo saben hacer para nosotros algunas manos maestras como las de Eduardo Vasco. El no sigue el texto. El, una vez comprendida la obra en toda su profundidad, traza su camino, su interpretación y hace que el texto le siga a él.. Los gestos que él añade cuando no hay palabras, el agilísimo movimiento escénico, todo nos habla de alguien que se zambulle en Shakespeare, bebe de su sabiduría y nos la devuelve envuelta en una cápsula magníficamente diseñada.
    En fin, mis felicitaciones a todos y mi agradecimiento por una noche magnífica.

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  4. El comentario de Sara es fantástico, está expresado maravillosamente y yo creo que es imposible mejorarlo, sobran mis palabras, y solo deciros que a todos los que estuvimos allí, la obra nos dejó muy buen saber de boca..., ¡gracias chicos!, seguir siempre así y no cambieis, muchas felicitaciones para todos, pero en general para vosotros dos por estos momentos mágicos, que nos proporcionais...

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  5. Gracias por todos los comentarios. Por cierto, si es posible al final del mismo que pongáis el nick o el nombre... Es que no sabemos quienes sois. Un saludo. Jesús.

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  6. No puedo pasar por aquí sin dejar mi opinión.
    Fue una representación fantástica, que sirvió para descubrir a esta Compañía que al parecer se forma a partir de la finalización de Eduardo Vasco al frente de la dirección de CNTC y que se ha nutrido de grandes y experimentados actores que han trabajado a sus órdenes.
    La elección pro vuestra parte añade un acierto pleno en la evolución del TEATRO con el que nos hacéis disfrutar.
    Un placer pertenecer a esta "familia".
    Nos seguimos viendo......

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  7. Estamos a lunes y aún tengo la sonrisa al recordar la tarde del viernes, una tarde de teatro en su estado puro, música, baile, textos espléndidos y divertidos, precioso vestuario, un gran elenco de actores, un lujo.
    Después de los dos tremendos dramas que hemos visto antes, era imprescindible que nos divirtiéramos un poco y esta obra lo ha conseguido.

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  8. Cuando las máquinas se engrasan bien, todo funciona. Eduardo Vasco, viejo conocido de la casa/cosa teatral, elige, rige y dirige un grupo homogéneo de profesionales que nos transportan a lugares añorados de buen hacer escénico.
    Gracias por otra gran velada de risa, sabiduría y complicidad. Nos hacía falta, tal y como van los tiempos...

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