Me parece una obra "brutal" en el más elogioso sentido del término. Brutal por el texto de Steinbeck; por la magnífica puesta en escena (la proyección subrayando en ocasiones las palabras entre Georges y Lennie me encantó); por los actores: todos magníficos; por el ritmo ágil que mantuvo durante casi toda la representación... En fin, que vengan muchas obras así.
No sé si fue la inocencia perturbadora de Lennie;la generosidad de George; la fragilidad de la mujer de Curley; la amarga esperanza de Candy o el sufrimiento de Crooks, pero tengo que reconocer que la obra supo atraparme con toda su intensidad. Mágnifico montaje, pero sobre todo, sobresalientes actores que supieron transmitir perfectamente la terrible soledad que acompaña a cada uno de ellos. De lo mejor de esta temporada. Jesús.
Tragycom llegó a mí en septiembre y desde ese momento he tenido la suerte de ver obras de teatro estupendas y conocer a gente muy especial. Siempre me había gustado el teatro, pero nunca había tenido la oportunidad de ir con tanta regularidad y es aquí donde tengo que agradecer públicamente, personalmente ya lo he hecho, a Jesús y Antonio la labor desinteresada tan estupenda que están realizando. Y por si esto era poco, ahora este blog.
El viernes vi la gran obra “de ratones y hombres”. Un texto magnífico (¿quién pone en duda a Steinbeck?), una puesta en escena intachable, una representación excepcional en la que destaco a George y Lennie (dos papeles bien difíciles), un decorado totalmente adecuado… Todo me hace calificarla de sobresaliente. Y, sin embargo, no la recomendaría a todo el mundo o le advertiría que iba a sufrir. (O al menos ese fue mi caso desde el primer minuto.) Sufrí tanto que incluso gustándome tenía ganas de que terminara.
Después de tanto tiempo, la historia se repite y nos volvemos a encontrar en un mundo de incomunicación y donde lo diferente nos asusta. ¿A quién no le angustia que no encontremos una solución para lo que estamos viviendo?
A mí me removió muchas cosas (conozco a muchos discapacitados) y durante siete años trabajé muy directamente con ellos y con las personas que les cuidaban (padres en este caso). Padres que sufrían mucho más que los propios deficientes porque no podían soñar un futuro para sus hijos.
Ojalá encuentren a gente como George que sepa estar ahí y hacerle a Lennie una vida más agradable incluso cuando lo tiene que matar. Ojalá sepamos entender a personas como Lennie, Candy, Slim… O al menos sepamos escucharles… Porque todos somos diferentes.
Cuando tu reino no es de este mundo y tu amor es tan puro que mata, nos encontramos en los territorios de Lennie, uno de tantos héroes solitarios de la literatura norteamericana, una de las tantas víctimas de su propia inadaptación a un sistema cuyos valores no premian la diferencia. Ser distinto se paga muy caro, incluso con la muerte.
Acompañas a los personajes; viajas con ellos por sus ensoñaciones; los comprendes, los escuchas, los justificas y te reconoces bajo el microscopio cruel de un telón alzado. Tal vez ahí resida la grandeza del teatro: tras tanto dolor, resurgir con una inocencia más madura, con una fiereza más humana. Y, sobre todo, ser consciente de que no estoy solo, de que no estamos solos.
Por favor, poner vuestro nombre al final de los comentarios. Por ejemplo...¿De quién es este último? Aprovecho para agradeceros vuestra colaboración. Jesús
Hola a todos, esta obra desde la escenografia a la interpretación de los actores me ha parecido excepcional, de las mejores que he visto con vosotros este año Gracias Jesus por estar ahi Espero seguir viendo obras con vosotros y disfrutando
Me parece una obra "brutal" en el más elogioso sentido del término. Brutal por el texto de Steinbeck; por la magnífica puesta en escena (la proyección subrayando en ocasiones las palabras entre Georges y Lennie me encantó); por los actores: todos magníficos; por el ritmo ágil que mantuvo durante casi toda la representación...
ResponderEliminarEn fin, que vengan muchas obras así.
No sé si fue la inocencia perturbadora de Lennie;la generosidad de George; la fragilidad de la mujer de Curley; la amarga esperanza de Candy o el sufrimiento de Crooks, pero tengo que reconocer que la obra supo atraparme con toda su intensidad.
ResponderEliminarMágnifico montaje, pero sobre todo, sobresalientes actores que supieron transmitir perfectamente la terrible soledad que acompaña a cada uno de ellos.
De lo mejor de esta temporada.
Jesús.
Tragycom llegó a mí en septiembre y desde ese momento he tenido la suerte de ver obras de teatro estupendas y conocer a gente muy especial.
ResponderEliminarSiempre me había gustado el teatro, pero nunca había tenido la oportunidad de ir con tanta regularidad y es aquí donde tengo que agradecer públicamente, personalmente ya lo he hecho, a Jesús y Antonio la labor desinteresada tan estupenda que están realizando. Y por si esto era poco, ahora este blog.
El viernes vi la gran obra “de ratones y hombres”. Un texto magnífico (¿quién pone en duda a Steinbeck?), una puesta en escena intachable, una representación excepcional en la que destaco a George y Lennie (dos papeles bien difíciles), un decorado totalmente adecuado… Todo me hace calificarla de sobresaliente. Y, sin embargo, no la recomendaría a todo el mundo o le advertiría que iba a sufrir. (O al menos ese fue mi caso desde el primer minuto.) Sufrí tanto que incluso gustándome tenía ganas de que terminara.
Después de tanto tiempo, la historia se repite y nos volvemos a encontrar en un mundo de incomunicación y donde lo diferente nos asusta. ¿A quién no le angustia que no encontremos una solución para lo que estamos viviendo?
A mí me removió muchas cosas (conozco a muchos discapacitados) y durante siete años trabajé muy directamente con ellos y con las personas que les cuidaban (padres en este caso). Padres que sufrían mucho más que los propios deficientes porque no podían soñar un futuro para sus hijos.
Ojalá encuentren a gente como George que sepa estar ahí y hacerle a Lennie una vida más agradable incluso cuando lo tiene que matar.
Ojalá sepamos entender a personas como Lennie, Candy, Slim… O al menos sepamos escucharles… Porque todos somos diferentes.
Divina.
Cuando tu reino no es de este mundo y tu amor es tan puro que mata, nos encontramos en los territorios de Lennie, uno de tantos héroes solitarios de la literatura norteamericana, una de las tantas víctimas de su propia inadaptación a un sistema cuyos valores no premian la diferencia. Ser distinto se paga muy caro, incluso con la muerte.
ResponderEliminarAcompañas a los personajes; viajas con ellos por sus ensoñaciones; los comprendes, los escuchas, los justificas y te reconoces bajo el microscopio cruel de un telón alzado. Tal vez ahí resida la grandeza del teatro: tras tanto dolor, resurgir con una inocencia más madura, con una fiereza más humana. Y, sobre todo, ser consciente de que no estoy solo, de que no estamos solos.
Antonio que comentario tan bonito!!!!
EliminarYa veo que la obra te atrapó igual que a mí…y efectivamente no estas solo, entre otras personas me tienes a mi, para todo lo que quieras.
Que el teatro sea una de las cosas que nos siga uniendo!!
Por favor, poner vuestro nombre al final de los comentarios. Por ejemplo...¿De quién es este último? Aprovecho para agradeceros vuestra colaboración.
ResponderEliminarJesús
Entendido, Jesús. Yo seré una de las primeras....soy Pilar Espinosa
EliminarHola Jesús, pues resulta que este comentario anónimo del 30 de Mayo es mío.
ResponderEliminarTomo buena nota y en el futuro me identificaré.
Un beso!!!
Pilar Yela
Magn´fica...leede la novela y veréis qué buena es!!!!
ResponderEliminarPilar ESPINOSA
Hola a todos, esta obra desde la escenografia a la interpretación de los actores me ha parecido excepcional, de las mejores que he visto con vosotros este año
ResponderEliminarGracias Jesus por estar ahi
Espero seguir viendo obras con vosotros y disfrutando