Presenciamos un disparate delirante, divertidísimo, en el que, tal vez, se reconocen demasiados guiños tópicos a una actualidad política y económicamente incorrecta. Los personajes (arquetipos) son de un ¿candor? egoista, pero muy tierno, dentro de su cortedad de miras.
Actores todoterreno, escenografía rica, pero con un regusto eficazmente hortera; ritmo febril, constante, sin descanso; transgresiones adecuadamente gamberras y la versión y dirección de un laureado Miguel del Arco. Resultado: muy recomendable, especialmente tras tantas penas a ambos lados del telón, que la temporada va muy dramática...
Divertida, ingeniosa, inteligente, con un fondo desgraciadamente real. Maravillosos los actores, pero creo que aquí también hay que alabar y mucho al director, Miguel del Arco. Si ya la semana pasada nos impresionó con "De ratones y hombres" aquí demuestra su gran profesionalidad a la hora de manejar a ese grupo de actores que hablan, cantan y bailan en absoluta armonía y coordinación. Una obra perfecta para huir del tedio y el aburrimiento de la realidad, aunque (paradojas del destino) es precisamente esa realidad la que observamos en escena. Me gustaron todos pero personalmente me quedo con Angel Ruiz (Concejal de sanidad/cantante/Moza de posada y agente. Es un todo terreno. Jesús.
"El Inspector", Nikolái Gogol, creo que todos pasamos un buen rato, una puesta en escena deslumbrante, con un ritmo trepidante de principio a fin, una dirección impecable, unos actores magistrales, si tengo que destacar a alguno, Jorge Calvo, ”El Tato” en la mítica serie de televisión “Manolo y Benito”, que me hizo disfrutar desde el primer momento y en todos los personajes que interpretó. Ya era hora de divertirnos un poco esta temporada. Pero una vez dicho esto y entrando en el fondo de la obra, tengo que subrayar que no me gustan las generalizaciones, en esta obra de teatro no se salva ninguno de los personajes, unos pagan, otros reciben, unos se venden o venden a los suyos, otros compran no hay nadie honrado, algunos hacen como que no ven y otros mienten, nadie se fía de nadie ni siquiera la madre con respecto a su hija, todo se compra o se vende. Esta manera de ver la sociedad, que se da en algunos países, no en todos, pero si en el nuestro, tiene un peligro, si todos los políticos o todos los administradores del erario publico son corruptos no se pueden pedir responsabilidades, ¿para que? si son todos iguales. Yo no lo creo, hay políticos honrados, hay probos funcionarios hay gente decente que pudiendo llevarse lo que no es suyo, o utilizar su situación para recibir u otorgar favores, no lo hacen, y "gastan" su vida al servicio de los demás, aunque nunca se les reconozca, ya que la opinión general es que todos son unos chorizos y la corrupción campa a sus anchas por todo el país. ¿De que nos reímos el viernes?
Suscribo todos vuestros comentarios. Una comedia delirante, con unos actores a prueba de bomba...un desparrame de función, etc.
Añado una pequeña reflexión: a la salida del teatro, coincidí con una chica rusa. Me dijo que la obra era casi literalmente como el original de Gogol y, desde luego, tal y como ella la había visto en su tierra natal...eso sí, con unas pequeñas adaptaciones a las características de nuestro país. He ahí la universalidad de los grandes ¿alguien que no supiera que la obra era de Gogol hubiera dudado de la "hispanidad" de la misma? porque para mí era -eso sí, llevándola a los extremos que expone MªJesús- un cuadro satírico del disparate patrio, partiendo de Bienvenido Mr. Marshal y pasando por la Escopeta nacional, la Celtiberia Show del libro de Carandel y suma y sigue. Hacía tiempo que no me divertía tanto viendo una función. Y creo que no hubo un sólo espectador que no se involucraba en la locura que estábamos presenciando. Ojalá se hagan más producciones como ésta. PD: Si alguien conoce personalmente a Miguel del Arco, pleaaaaaase, que me lo presente. Sería un lujo trabajar con un director tan polivalente y talentoso como él.
Presenciamos un disparate delirante, divertidísimo, en el que, tal vez, se reconocen demasiados guiños tópicos a una actualidad política y económicamente incorrecta. Los personajes (arquetipos) son de un ¿candor? egoista, pero muy tierno, dentro de su cortedad de miras.
ResponderEliminarActores todoterreno, escenografía rica, pero con un regusto eficazmente hortera; ritmo febril, constante, sin descanso; transgresiones adecuadamente gamberras y la versión y dirección de un laureado Miguel del Arco. Resultado: muy recomendable, especialmente tras tantas penas a ambos lados del telón, que la temporada va muy dramática...
Divertida, ingeniosa, inteligente, con un fondo desgraciadamente real. Maravillosos los actores, pero creo que aquí también hay que alabar y mucho al director, Miguel del Arco. Si ya la semana pasada nos impresionó con "De ratones y hombres" aquí demuestra su gran profesionalidad a la hora de manejar a ese grupo de actores que hablan, cantan y bailan en absoluta armonía y coordinación. Una obra perfecta para huir del tedio y el aburrimiento de la realidad, aunque (paradojas del destino) es precisamente esa realidad la que observamos en escena.
ResponderEliminarMe gustaron todos pero personalmente me quedo con Angel Ruiz (Concejal de sanidad/cantante/Moza de posada y agente. Es un todo terreno.
Jesús.
"El Inspector", Nikolái Gogol, creo que todos pasamos un buen rato, una puesta en escena deslumbrante, con un ritmo trepidante de principio a fin, una dirección impecable, unos actores magistrales, si tengo que destacar a alguno, Jorge Calvo, ”El Tato” en la mítica serie de televisión “Manolo y Benito”, que me hizo disfrutar desde el primer momento y en todos los personajes que interpretó. Ya era hora de divertirnos un poco esta temporada.
ResponderEliminarPero una vez dicho esto y entrando en el fondo de la obra, tengo que subrayar que no me gustan las generalizaciones, en esta obra de teatro no se salva ninguno de los personajes, unos pagan, otros reciben, unos se venden o venden a los suyos, otros compran no hay nadie honrado, algunos hacen como que no ven y otros mienten, nadie se fía de nadie ni siquiera la madre con respecto a su hija, todo se compra o se vende.
Esta manera de ver la sociedad, que se da en algunos países, no en todos, pero si en el nuestro, tiene un peligro, si todos los políticos o todos los administradores del erario publico son corruptos no se pueden pedir responsabilidades, ¿para que? si son todos iguales.
Yo no lo creo, hay políticos honrados, hay probos funcionarios hay gente decente que pudiendo llevarse lo que no es suyo, o utilizar su situación para recibir u otorgar favores, no lo hacen, y "gastan" su vida al servicio de los demás, aunque nunca se les reconozca, ya que la opinión general es que todos son unos chorizos y la corrupción campa a sus anchas por todo el país.
¿De que nos reímos el viernes?
Maria Jesus Alvarez Tejerina
Suscribo todos vuestros comentarios. Una comedia delirante, con unos actores a prueba de bomba...un desparrame de función, etc.
ResponderEliminarAñado una pequeña reflexión: a la salida del teatro, coincidí con una chica rusa. Me dijo que la obra era casi literalmente como el original de Gogol y, desde luego, tal y como ella la había visto en su tierra natal...eso sí, con unas pequeñas adaptaciones a las características de nuestro país. He ahí la universalidad de los grandes ¿alguien que no supiera que la obra era de Gogol hubiera dudado de la "hispanidad" de la misma? porque para mí era -eso sí, llevándola a los extremos que expone MªJesús- un cuadro satírico del disparate patrio, partiendo de Bienvenido Mr. Marshal y pasando por la Escopeta nacional, la Celtiberia Show del libro de Carandel y suma y sigue.
Hacía tiempo que no me divertía tanto viendo una función. Y creo que no hubo un sólo espectador que no se involucraba en la locura que estábamos presenciando. Ojalá se hagan más producciones como ésta.
PD: Si alguien conoce personalmente a Miguel del Arco, pleaaaaaase, que me lo presente. Sería un lujo trabajar con un director tan polivalente y talentoso como él.
MON